jueves, 9 de marzo de 2017

¿LOS NIÑOS HÉROES FUERON HÉROES NIÑOS?

Desde que somos niños nos han enseñado a conmemorar un acontecimiento que enmarco nuestra historia como mexicanos gracias al evento suscitado el 13 de Septiembre, recordando a los héroes que dieron su vida para salvar a la patria durante la guerra contra Estados Unidos.  Cuando en realidad el autor del libro 100 mitos de la historia de México nos hace saber en su texto que diversos historiadores que presenciaron dicho evento explican en sus textos que la realidad de lo sucedido es muy distinta a la que conocemos, debido a que durante nuestra formación los libros de texto nos han contado así como nuestros formadores nos han enseñado la parte que más les convino para demostrar que dichos personajes fueron héroes a los que nosotros conocimos como “NIÑOS HÉROES”.

Es decir la historia oficial que nosotros conocemos se encargó de reducir la jornada de Chapultepec, exclusivamente al sacrificio de los jóvenes cadetes y dar a conocer hechos que no ocurrieron, o que fueron distorsionados.

Como principal mentira que nos han hecho creer es que los héroes eran niños cuando en realidad no eran niños sino eran adolescentes y jóvenes ya que las edades que estos personajes tenían eran entre los 20, 19, 18, 14 años, por otra parte se menciona que el Castillo de Chapultepec era la sede del Colegio Militar y que en ese lugar no sólo se encontraban seis cadetes, sino más de medio centenar alrededor de 1 200 efectivos, fuerza que lo defendió de los invasores,  Los historiadores oficiales impusieron su versión de los hechos contra lo que se señala, los cadetes no estaban arrestados y sus muertes en más de un caso ocurrieron de maneras muy diferentes a las que se narran en los libros,  Juan de la Barrera no era cadete sino oficial de ingenieros  cayó mientras defendía una trinchera,  Vicente Suárez enfrentó a los atacantes como centinela y falleció luego de marcarles el alto, Agustín Melgar estaba oculto  detrás de unos colchones y fue herido gravemente (murió días más tarde),  Femando Montes de Oca y Francisco Márquez fueron cazados a tiros cuando trataban de hacerse fuertes en el jardín botánico. Juan Escutia, que no era alumno del colegio sino un integrante del Batallón de San Blas, trató de escapar con los cadetes y murió al ser alcanzado por la metralla mientras descendía por la pared de la fortaleza. Es evidente que la acción de Juan Escutia de arrojarse al vacío envuelto en la bandera resulta una actitud heroica, pero la hazaña carece de sustento histórico, ningún cadáver fue encontrado en las faldas del Cerro del Chapulín, sino muchos años después, quien sí fue encontrado muerto con la bandera envuelta ensangrentada y enredada en su cuerpo fue Margarito Zuazo a que los historiadores nuca reconocen como héroe.

Uno de los puntos de la lectura que más me llamo la atención fue la parte donde se narra que los restos a los que se les rinde honor y respeto en el Altar de la Patria son falsos y pertenecen a otras personas. La razón de esto es simple, los dictá­menes que fundamentaron el decreto que reconocía su autenticidad fueron deliberadamente manipulados junto con los cuerpos.

En conclusión se puede decir que el presidente Miguel Alemán manipulo las cosas a su conveniencia para que se pueda dar un encuentro positivo con el presidente de estados unidos  Harry Truman para tratar de enterrar definitivamente los resentimientos mexicanos.

BIBLIOGRAFÍA:

viernes, 3 de marzo de 2017

EL CURA HIDALGO NO GRITÓ "¡ VIVA FERNANDO VII !”











El Grito de Miguel Hidalgo es considerado el acto con que dio inicio la guerra de Independencia de México. Dicho suceso que nos han inculcado durante nuestra vida contándonos una versión de los hechos poniendo la figura de diversos personajes como héroes, contadas por historiadores y que incluso en la misma escuela durante nuestros años de estudios los mismos maestros nos enseñan o más bien nos hacen creer una versión incompleta omitiendo parte de la historia de nuestro país. 

En el libro 100 mitos de la historia de México por el autor francisco moreno, en el texto "el cura hidalgo no gritó "viva Fernando VII" nos recalca en cada línea que la realidad es muy distinta a la que la gran mayoría de los mexicanos conoce con respecto al grito de la lucha de independencia es decir al suceso ocurrido hace muchos años donde pobladores se levantaron en armas para luchar contra la inconformidad que tenían contra los españoles por las condiciones en las que en ese entonces se vivía en México, en donde existió un líder el cual decide convocar a un pueblo para levantarse en armas y luchar contra sus autoridades en donde el autor del libro nos desmiente con respecto al levantamiento de independencia exponiendo en el libro diversos puntos de vista donde explican la verdad que durante años nos han ocultado. 

Bustamante sostenía que Hidalgo sólo aprovechaba las circunstancias del momento la invasión napoleónica a España, que carecía de un proyecto libertario y que sólo levantó al pueblo para darle rienda suelta a la muerte y al robo.

Zavala no paró aquí con sus críticas, pues según él, Hidalgo no hizo otra cosa que poner una bandera con la imagen de la virgen y correr de ciudad en ciudad con su gente, sin haber indicado siquiera qué forma de gobierno quería establecer. 

Por lo antes dicho, podría suponerse que Hidalgo fue un personaje de la peor calaña y que su grito sólo fue un llamado a los desmanes, pero esa es una interpretación poco patriótica que ha sido divulgada por los historiadores neoconservadores, quienes pretenden reescribir el pasado para hacernos olvidar nuestro nacionalismo. 

Durante mucho tiempo muchos autores nos envolvieron con la ideología de que Miguel hidalgo lucho por la independencia para salvarnos y por imponer una autoridad la cual beneficiara a la población cuando en realidad no buscaba en si el beneficio de los mexicanos sino que buscaba imponer poder hacia lo criollos ya que él al dar el grito se refería a México como América, sin embargo se puede concluir con que Hidalgo inició la independencia y, sin duda alguna, fue un personaje de claroscuros, pero esto no debe impedir que lo reconozcamos como uno de los padres fundadores de nuestra patria.